27 de octubre de 2009

Las mentiras del Patriarcado

Puedo hablar con pleno derecho, pues soy varón. Aunque he renegado de los patriarcas, conozco sus secretos más profundos, sus fantasías más recónditas, las que ellos quisieron imponerme y en las que he respirado durante años. Pero mi amor hacia ellos me obliga a quitarles la venda que los mantiene ciegos.

"Los hijos deben llevar el apellido del padre"
Mentira. Sólo hay que mirar el tamaño del espermatozoide comparado al del óvulo.
Contemplad, todos somos más de la madre que del padre.
¡Y luego la criatura debe llevar el apellido del macho progenitor!
Menuda absurdidad, ¿aún no hemos superado el derecho romano, el concepto de pater familias?
Luego vienen esos padres orgullosos de sus hijos varones, a los que ya han planificado la vida: deberán jugar al fútbol, ser heterosexuales, y hacer crecer su imperio. Ellos, que sólo han aportado un insignificante núcleo de ADN, demandan para sí el título de padres, incluso a costa de ningunear a la madre y tratarla de elemento 'pasivo'.

"El hombre no es inferior a la mujer"
Vaya, he aquí el talón de aquiles del Patriarcado...

Por lo general, la mujer es más madura y más sabia que el varón patriarcal. Las hijas, todas las que he conocido, superan a sus padres varones en capacidad de diálogo y tolerancia. El patriarca nunca admite esa evidencia, que ha intentado negar durante siglos mediante la filosofía, la manipulación de los mitos, la religión e incluso la moderna idea de 'igualdad'.
De hecho, basta mirar alrededor para ver que la cultura patriarcal a los varones nos ha atrofiado espiritualmente, nos prefiere más simples, más vulgares, para que no osemos pensar en entregarle el poder a la madre y desposeer al padre.
Y si ello fuera connatural a nosotros, no hay nada malo en ser una figura inferior o auxiliar de la mujer, a mí, personalmente, me honra más saberme útil que odiado. Los varones deberíamos sentirnos cómodos con lo que nos ha tocado ser, y ahorraríamos muchas energías intentando demostrar algo que no somos.

"El matriarcado no ha existido nunca"
Otra vez con lo mismo ¡Incluso hay mujeres que se lo creen! Miren ustedes la cultura Mosuo del sur de China, por ejemplo, donde 25.000 personas viven según los esquemas matrilineales. La revolución china intentó sustituir sus costumbres matriarcales por las matrimoniales del patriarcado, y por suerte no lo consiguió del todo. No faltarán esos que desearían que sociedades pacíficas como ésta dejaran de existir.
De todas formas, aunque no hubiera existido nunca ningún matriarcado o sociedad matrilineal, ¿por qué debemos cerrarnos a esta opción? Está claro, por la ambición de poder del varón.
Lo que no ha existido nunca, ni existirá, es la igualdad. Siempre primará uno sobre el otro, y yo me decanto por el femenino. No creo que la mujer se dedique a asesinar, violar, acomplejar, maltratar y anular a los varones como ellos han venido haciendo.

"El amor de un padre es más fuerte que el de una madre"
Hermosa frase, ¿verdad? Esta afirmación aparece en el Catecismo de la Iglesia Católica (219).
Cuánta sabiduría patriarcal contienen sus páginas, adornadas con cientos de citas del Antiguo Testamento.
219. El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo (Os 11,1). Este amor es más fuerte que el amor de una madre a sus hijos (cf. Is 49,14-15). Buena forma de justificar que Dios es Padre antes que Madre.

"Los hombres no podemos evitar tener 'necesidades' sexuales, por eso la prostitución es 'necesaria' para evitar que haya más violaciones."
¿Necesidad? El deseo sexual no es una necesidad como lo son respirar, comer, beber y dormir. ¡Tu vida no depende de ello!
No te engañes, mi pequeño misógino, como varón amigo te invito a recurrir a la masturbación, que tiene la virtud de conducirte al orgasmo sin la necesidad de tratar a las mujeres como un simple objeto comercial. Y si eres incapaz de vivir sin prostitutas, tienes tres soluciones: la castración, el suicidio, o evolucionar del estadio animal al humano. Yo te aconsejo la última. Los humanos tenemos la capacidad de ponernos en el lugar del otro y entender su sufrimiento. ¡Podemos incluso comprender a las mujeres! Te ganarás la admiración de muchas personas, y estarás más cerca de la felicidad. ¡Inténtalo, no pierdes nada!

"No hay alternativa mejor a nuestra forma de pensar y gobernar"
Una sentencia tajante, y aquí se acaba la discusión. Punto y final.
Me recuerda tanto a Hegel, a Napoleón, a Fukuyama, a Leibniz,... Todos ellos hombres, ven el mundo hecho a su imagen y semejanza... ¿qué necesidad hay de cambiarlo? Nunca les preguntaron a las mujeres.

"Las mujeres son malas, y de ellas procede todo el mal"
Falsa generalización. Y las que lo son, ¿son esas mujeres que han interiorizado las reglas que vosotros, patriarcas mercantilistas, habéis creado?
Ellas aprenden bien de vuestro ejemplo, amantes del dinero y la codicia. No os extrañéis de que haya mujeres que os imiten y terminen siendo como vosotros en ese intento por sobrevivir, aprovechándose de vuestra estupidez, pues sois presa fácil para cualquier mujer que os deteste. Vuestra hegemonía tiene un precio.

"La mujer maltratada tiene gran parte de culpa"
Es justificar lo injustificable, algo muy típico de la debilidad mental masculina.


"Provocó a su violador por vestir provocativa"
Cada uno puede vestir como le dé la gana. ¡Viva la castración química!

"La mujer salió de la costilla de Adán"
¿Aún quedan frikis que crean en eso?

"Llorar es cosa de mujeres"
Tareas domésticas, bailar, jugar con muñecas... y cómo no, llorar, actividades impropias del hombre durante generaciones. Esos que no lloran, miradlos, son tan duros, tan fuertes, tan machos. Lástima que no sepan que llorar es el mejor remedio natural contra la depresión y el estrés.
Pero no, ellos siguen allí, contra viento y marea, alardeando de su virilidad. Qué grandes conceptos: hombría, reciedumbre, honor, fama, viril, casta, varonil... Conceptos forjados en los cuarteles, omnipresentes en la propaganda bélica, resumen la quintaesencia de la naturaleza masculina más pútrida y decadente.

"El matrimonio, máximo fin de la mujer virtuosa"
Qué gran invento para el hombre, el matrimonio. Mujer, busca a tu príncipe azul, y tras hallarlo cásate con él, te hará feliz y te dará hijos QUE LLEVARÁN SU APELLIDO.
El matrimonio es el mejor aliado de la infidelidad; para el hombre existen tres tipos de mujer: la esposa, quien le dará hijos; la amante, para serle infiel a la esposa; y la prostituta, para serles infiel a todas las anteriores.