9 de diciembre de 2010

Umoja: la esperanza inquebrantable.




Artículo en Dominio Público.

En un lugar de clima duro e inaccesible, donde la población masculina consideran "normales" la violación, la poliginia, la mutilación genital femenina, el abuso marital y maltrato de la mujer, donde ellas no tienen derecho a la propiedad, donde ser madre es ser una esclava, y de niñas se ven obligadas a contraer matrimonio con hombres que les triplican la edad... Allí un grupo de valientes mujeres decidió romper con la "tradición" y formar su propia comunidad, con sus propias leyes, su educación, igualdad de oportunidades y justicia social.

Sin venganza, sin violencia. Sin despreciar a los hombres, pero con la voluntad de empezar de nuevo.
Ellas, simplemente, llegado un día... se fueron de sus casas.
Me refiero a la aldea Umoja, el grupo de mujeres fundado por Rebecca Lolosoli para acoger a víctimas de violaciones, en su mayoría. Ellas se han organizado al margen de los hombres y sus "normas". En su poblado ya no hay riesgo a sufrir ningún abuso. Rebecca recorrió las aldeas de los alrededores para hablar a las mujeres de sus derechos y convencer a las apaleadas de que rehusasen toda relación sexual con un marido violento o polígamo.

De hecho, los únicos hombres que habitan en Umoja son visitantes, profesionales (en la galería de fotos se ve a un maestro varón), varones respetuosos con el ideal matriarcal, y por supuesto, los hijos de sus fundadoras. Con una gran diferencia respecto a sus padres: esos niños han crecido más libres junto a sus madres, y serán hombres nuevos. Conocerán el amor, la ilusión y la alegría.
Niños alejados del miedo, y partícipes de la felicidad de unas mujeres empoderadas. Esos niños y niñas ahora crecen en un ambiente justo y sin violencia.
Gracias al valiente acto antipatriarcal, pacífico aunque radical, de sus madres.

Con el tiempo, los hombres de la aldea cercana, de costumbres patriarcales, han visto cómo la aldea de sus vecinas florecía y prosperaba económicamente, mientras ellos eran incapaces de promover el turismo y sus recursos locales con la misma eficacia.

Rebecca Lolosoli ha participado en conferencias y ha sido consultada por Naciones Unidas. Mujeres de todo el país (Kenia) han pedido ser acogidas en Umoja. También su experiencia ha ayudado a fundar otras comunidades similares en distintos lugares.
Éste es otro ejemplo de cómo un pequeño "matriarcado" ha salvado las vidas y la dignidad de mujeres y niños.